ADOLESCENTES REBELDES
Las relaciones entre los adolescentes y
sus padres suelen ser muy conflictivas. La mayoría de los padres se
quejan de que sus hijos no les escuchan, no les hacen caso, cambian
constantemente de humor, nunca saben lo que quieren o no tienen
ninguna disciplina. En algunos casos, la convivencia en el hogar se
convierte casi en una batalla campal diaria y muchos padres no saben qué
hacer.
En este sentido, cabe recordar que la
adolescencia tan sólo es una etapa del desarrollo que dura unos años y
que pasado este tiempo, normalmente el hijo o hija se convierte en un
joven maduro, mucho más razonable y, casi siempre, otra vez próximo a
sus padres.
Es necesario pasar una época de
transición, armarse de paciencia y aceptar que sus hijos están
creciendo y volviéndose cada vez más autónomos e independientes y para
conseguirlo cuestionan y ponen en duda algunos de los principios,
valores, normas y límites que los padres intentan inculcarles e
imponerles.
A continuación, para mejorar la relación con los hijos adolescentes y facilitar la comunicación con ellos, puntualizamos una serie de estrategias a seguir:
- Pasar más tiempo con el adolescente: Incluso cuando las cosas van mal
hay que buscar la forma de dedicarle más tiempo a su hijo. El
simple hecho de que vea que nos preocupamos por compartir momentos con
él acabará consiguiendo que esos momentos sean cada vez mejores para
ambos.
- Tener claro el rol que ejercen: Hay
que tener claro que son su padre o su madre pero no su amigo. Algunos
padres de adolescentes creen que convirtiéndose en amigos de sus hijos
solucionarán los problemas de relación. La realidad es la contraria, a
pesar de que los adolescentes ya no son niños todavía necesitan la
presencia de la figura materna o paterna. Necesitan normas y necesitan
disciplina, algo que un amigo no puede imponer. Por eso es importante
que los padres mantengan su posición. Aunque eso no quiere decir que
sean padres dictatoriales o excesivamente autoritarios. El diálogo suele
ser el instrumento que mejor funciona con los adolescentes en lugar del
autoritarismo. Hay que saber jugar con la libertad y la
responsabilidad, por eso es muy importante hacerles ver, que cuánto más
responsables les demuestren que son, tendrán más libertad.
- No tomarse todo lo que haga el
adolescente como algo personal: Eso les ocurre a muchos padres. Están
convencidos de que todo lo que sus hijos hacen es para fastidiarles,
pero esto no es así. Los chicos y chicas no tienen como objetivo
fastidiar a nadie pero están viviendo una etapa de sus vidas en la que
necesitan una dosis de rebeldía y tienen que cuestionar la autoridad, es
una de las características naturales del proceso de maduración. Si los
padres consiguen ver las reacciones de sus hijos bajo este prisma es
mucho más sencillo que sientan más tolerancia hacia las acciones de sus
hijos.
- Hablar con su hijo sobre las
cosas que le interesan: Intentar saber todo lo que puedan sobre su hijo. Es importante hablar con él de sus aficiones, sus amigos, el
instituto… Lo aconsejable es mantener conversaciones sobre cuestiones
importantes de su vida como su futuro, su sexualidad, su salud o sus
amistades pero también dedicarle un tiempo a las charlas
intrascendentes.
- Introducir algunas pequeñas
modificaciones en su lenguaje: Es importante que entiendan que su hijo adolescente ya no es un niño pequeño al que educan con
órdenes. Tampoco es un adulto, eso es cierto, pero si en algunas
cuestiones le tratan como si fuera un adulto eso le ayudará a empezar a
serlo. Y una de las cuestiones que puede marcar la diferencia es el
lenguaje que utilizan con él. Por ejemplo, en vez de decirle “quiero
que hagas” es más productivo “me gustaría que hagas” o “te agradecería
que hicieras”. Hay que procurar utilizar menos la palabra “no” y más
otras alternativas, como “preferiría” o “estaría bien”.
Finalmente, piensan que es muy
importante corregir a sus hijos cuando creen que han hecho algo
mal. No obstante, también hay que recordar que es igual de importante
premiarlo y felicitarlo por las cosas que haga bien.
Saludos!